La pata me estorbó y me preocupaba golpear a alguien. La pata de la bici que no he arreglado y se cae cuando se le atraviesa un bache o quiere lucirse ante un peatón.
Gracias a que mi bici es de montaña los baches no fueron ningún problema, así que elegí la ruta de Las Fuentes: la bonita colonia empedrada. Las banquetas que tienen para los cruces peatonales resultan geniales para la bici. La mejor ruta es irse por la banqueta, echando un ojo a los carros que salen de las cocheras. De vez en cuando es imposible pasar por la banqueta porque algunas entradas están diseñadas para que los carros entren, no para que las personas (peatones y bicicleteros) pasen.
La subida del puente para cruzar López Mateos hacia Camino al ITESO me la aventé empujando la bici, de plano está muy pronunciada. El cruce y la bajada, como si nada, de todos modos casi nadie lo usa.
La Av. Camino al ITESO fue muy agradable, el único lugar peligroso fue la nueva vuelta a la izquierda de los carros que quieren tomar periférico. De ahí en adelante, hay bastante espacio para la bici y los transeúntes, además de que me tocó disfrutar de una sombra.
Cruzar del lado de la gasolinera al camellón para tomar el puente peatonal del ITESO, fue realmente sencillo, ya que siempre está atestado de carros y sólo tuve que esperar a que se inmovilizaran por completo. El puente para entrar al ITESO tiene una pendiente agradable para subirla, la bajada si está algo peligrosa, pero es un divertido final.
Lo que más trabajo me costó fue tener que sacar la credencial para mostrarla pues tuve que detenerme.
Los porta-bicis del ITESO cuentan con cadenas, que aunque viejas, parecen confiables, sólo fue cuestión de ponerle mi candado. Me tocó estacionarme cerquita.
El tiempo aproximado del paseo fue de 25 minutos.
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