Rodeada de proyectos

Vive arriba rodeada de proyectos. Son los incompletos a los que se refiere cuando no me permite entrar. A los completos, piezas del rompecabezas que es su cuarto, pegadas entre sí con pegamento blanco, sólo les falta estar en su lugar definitivo. Para ella no existen los proyectos completos, se preocupa más bien de los incompletos.
Su lámpara de colores visibles desde su jardín (que es por cierto, uno de sus mejores proyectos) me comenta que si fuera por ella, daría por concluidos los siguientes: 1) El corcho gigante en forma de tablero con fotografías en blanco y negro. 2) La instalación del vaso de leche junto a la estatua de cera. 3) El mapa gigante de la ciudad que indica los lugares donde ha besado. 4) El librero rotatorio.

Según la lámpara, el corcho ya está listo porque tiene miedo de que la artista cambie de opinión y vuelva al tablero sintético, como esas nuevas botellas de vino tinto de las que nunca ha probado una buena. Respecto a la instalación, al vaso lo ve como un perfecto círculo desde arriba y la estatua le comenta que tiene buen perfil, lo que le basta para concluir que es buena. Del mapa cree que si no finaliza el proyecto, terminará por convertirse en un conjunto de tachuelas multicolor. Del librero rotatorio opina que está muy bien que los libros se paseen por el cuarto, tal vez alguien les eche un vistazo y los quiera leer.

Los proyectos 6), 7), 8) y 9) seguramente son igual de buenos, pero no tengo idea de qué sean pues no tengo ningún infiltrado aún. Espero pronto poder echarles un vistazo la artista se digne a completar los anteriores.