La entrevista al vampiro Louis, el vampiro ético. De cómo lo convirtieron, el infierno en el que vivía y su venganza implacable.
La novela más popular de Anne Rice me enseñó las reglas de los vampiros modernos; lo que implica llegar a convertirse en uno y cómo sobrevivir eternamente. Desde que Louis empieza a ser entrevistado en San Francisco la descripción de superioridad de lo que es un vampiro que nos da Rice nos habla del tipo tan especial de humanos que eran antes de ser convertidos: la belleza es un requisito indispensable.
La depresión tan grande por la que atraviesa Louis lo convierte en perfecta carnada para Lestat, quien busca a alguien sin miedos, un muerto viviente que no tenga nada que perder. Algo determinante de Lestat es que posee una personalidad sumamente atrayente, que logra convencer con su brillo hasta a los más fuertes.
Me encantó la ética de Louis, quien una vez convertido en vampiro seguía siendo un débil humano que no podía aceptar alimentarse con sangre humana. El hecho de que decidiera alimentarse hasta de las ratas me llamó mucho la atención, pues para mí, esto lo coloca muy por debajo de su lider Lestat.
El infierno en el que vivían parecía que no podría arder más, hasta que decidieron crear como compañía a una niña de cinco años, fue intenso. Como la niña no vivió lo suficiente como para desarrollar su ética, asesinar era para la pequeña una actividad cotidiana, pero luego de un tiempo terminó por recriminar haber sido convertida a tan temprana edad, pues a pesar de poseeer una mente sensual, madura e incluso erótica, vivía atrapada dentro de su cuerpecillo infantil.
La confianza creada entre Claudia y Louis y los constantes problemas ocasionados por la manipulación de Lestat, provocaron que decidieran deshacerse de el, para buscar a más inmortales de su especie en algún otro lado. Atravesar el mundo para buscarlos me gustó porque le añade un punto y aparte interesante; encontrar a Armand le da más sabor al asunto pues desde su primer encuentro siente una fuerte atracción por Louis.
Claudia, al sentirse amenazada, siente que necesita una nueva figura para liberarse de Louis y así convierten a una nueva compañera. El teatro de los vampiros, el perfecto engaño a los humanos para encontrar refugio para los antiguos, fue el lugar donde traicionaron a Claudia, quemándola al sol.
La venganza de Louis es implacable, decide matar a todos los vampiros rompiendo con todo tipo de reglas de culto. De regreso en Estados Unidos, Louis encuentra a Lestat demacrado y obsoleto, pero con el secreto para adaptarse a las nuevas generaciones.
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