Puedes cambiar poco a poco o todo de una vez

Cuando empezamos a bajar de peso y la nutrióloga nos estableció una dieta muy estricta, ella sabía que íbamos a fallar.

En vez de permitirnos comer tres postres a la semana, nos permitió uno solo.

Y es que solíamos comer azúcar todos los días. Fueron tiempos gloriosos en los que por ponerte un ejemplo, desayunábamos chocolate abuelita con quesadillas y pan dulce.

No tenía sentido pero había en nuestra bodega una rejilla de coquitas de vidrio. Algunas veces me tomaba tres en un día de calor.

Prohibir la comida por prohibirla claro que enoja. Las primeras semanas sin azúcar estábamos todo el tiempo encabronados. La adicción era grande.

Ayuda mucho no tener a la mano lo que puede destrozar tus planes, pero se necesita un plan, un objetivo, paciencia y ganas para lograrlo.

En mi caso me daba varias vueltas al día al refrigerador cada que tenía ansiedad o estrés por el trabajo.

Apenas y después de varios años de cambiar mi alimentación es lo que estoy terminando de afinar para lograr el déficit calórico final para conseguir estos mentados cuadritos que todo mundo dice que están ahí, pero que sólo es cosa de desengrasar.

Jos.

Diarios de cuadritos (4 de 30)


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