Ya no me queda la ropa

Nunca he sido de comprar mucha ropa, creo que principalmente es porque no me gusta mucho la experiencia de ir a una tienda. Como que tengo que estar en el mood.

El mood de que se me esté desbaratando.

En Japón conocí más a fondo la ropa minimalista. Hay varias marcas que se especializan en los colores lisos.

No me gusta traer logos gigantes de marcas. Y muchas veces hay ropa que me gusta pero que por el impulso o requerimiento de que lleve “más diseño” tiene detalles que suelo detestar.

También está el tema de que no me gustaba cómo me veía en la ropa. Carpas gigantes y camisas del tamaño de un mantel cubrían mis lonjas.

Verme en el espejo era, más que un placer, un trámite para asegurarme de que no me viera muy fodongo.

Bajar de peso me ha ayudado a sentirme más ligero pero también está el truco de feria de los espejos estilizados de las tiendas.

¡Ah perro! ¿Quién es ese distinguido señor? ¡Ah caray, soy yo!

Doy gracias al cielo de que a mi esposa le gusta mucho hacer compras en línea y suele pedir por mí . Y de pasada se echa algo al carrito casualmente.

Jos.

Diarios de cuadritos (15 de 30)


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